Nadal se despide en Madrid

Jugando su tercer torneo del año, Nadal llegó a Madrid enfrentando a Darwin Blanch, uno de los jugadores más jóvenes del circuito con apenas 16 años. El de Manacor doblegó a Blanch con parciales de 6-0 y 6-1, imponiendo condiciones de su experiencia y con mucho apoyo del público local. A Rafita se le ve bien aunque no es exigido del todo aún en el torneo.

En las siguientes rondas le tocó de Minaur, donde cobraría revancha del torneo de Barcelona apenas una semana anterior y ganó en sets seguidos por 7-6 y 6-3. A mi bro el español se le vio más completo, colocando mucho la bola con el revés, cruzándolo bien perro y ni decir del drive, consistente y clínico cuando debía serlo ante el australiano que es el tercer jugador con más victorias en 2024. En tercera ronda fue contra Cachín y se le complicó por momentos, pero jugando un set decisivo en el tercero donde cerro bien y de nuevo la localía hacía sentir muy bien a Rafa.

Llegó la ronda de 16 contra Jiri Lehecka, el checo que es peligrosísimo, muy sólido en cada golpe, un vato con técnica muy buena. Jiri fue certero en su drive, el cual tiro bien profundote y un poco más que plano con el drive lastimando a Rafinha y pare eliminarlo 7-5 y 6-4. Sí, le ganaron al Rafa.

Después vino despedida y homenaje donde estuvo bromeando que el año que viene regresaba a la capital española, aún con lo limitado que año con año es su calendario. Tuvo un homenaje y estuvieron varias caras conocidas como el Cholo, Sainz el que canta la de y quién me va entregar sus emociones quién me va a pedir que nunca la abandone, quién me tapará esta noche si hace frío; Feliciano López, director del torneo, le entregó un trofeo conmemorativo.

Y bueno, algunos se me pusieron sentimentales con la ceremonia porque también es claro claro que se acerca el final de la carrera de Rafa, ahí sí vamos a llorar todos como lo hicieron en dicho homenaje su hermana y su esposa, quien llevaba al Rafita bebé de ya casi año y medio de edad el nene. O tal vez no lloremos y continuemos nuestros días sin querer verlo en una cancha de tenis, justo como el siempre ha expresado que la vida sigue y sigue, pero pues cómo no extrañar a tremenda leyenda del deporte. Gracias Rafa.

  Malone